martes

Güe, güe, güe, güe, güe, güea la cumbia
Güe, güe, güe, güe, güe, güea la cumbia
Cumbia Poder, Ceslo Piña y El gran silencio


por fin revolvistes que te ibas.

hace rato yo me enteré del puchito de plata que guardaste entre las enaguas que no usás donde creíste que tal vez yo no me enteraría. pensaste que no me daría cuenta de tu comportamiento, de la forma en la que mirás, como desdoblás, desdibujás, despichás con los ojos lo que antes fue tan tuyo.

yo te miraba la lejanía enredada en el pelo, te miraba los caminos, las gentecitas, las hambres, las risas, te lo miraba brotando de la cabeza y sin mayor esfuerzo tomando tu cara, haciendo suyas tus expresiones.

tal vez vos me lo notaste. tal vez yo exudé nostalgia. tal vez vos me miraste enredándome en el asfalto. quién sabe, tal vez miraste en mis ojos una inmovilidá, una inmovilidá que no pudiste desmenuzar, que te cansaste de deshuesar, que se resistía a desnudarse por pendeja.

yo no sé. pero ahora te veo y estás resuelta a irte y se te nota tanto.

Mejor andate, la gentecita que tenés en el pelo ya agarró el camino, si no te vas ya no creo que los alcancés. No te preocupés, ya te dije que vos todavía me caminás, es más vos me cabalgás las escafandras que me andan en el cuerpo.