domingo

requiriéndome está una quebrada. me llama. me llama. con su vertiente encendida, hirviente me invoca. va partiéndose el cuerpo, su cuerpo de quebrada. su cuerpo frágil de quebrada. me requiere, me llama, me parte, me arde. reventando cántaros se estremece la quebrada en fiebres, en revolcones que de intensos la resquebrajan. ay, mi quebrada.

requiriendo estoy de una quebrada, de mi quebrada. me pasás la mano por la frente. me secás el sudor. me llamás. me sentís. me mirás. me parte el cuerpo en manojillos que te caben entre el pecho este sudor que brota herido de muerte, que me chorrea desde adentro, desde ese centro que tenemos nosotras, al que vos solo podés llegar en delirios. tiemblo. mi naciente palpita vertiéndote un agua espesa que tomás para no desvanecer, estás cansado, yo tiemblo. tomás el agua espesa que te vierto. ay, mi quebrada.

requiriéndonos estamos. la escucho. chorreando lamentos. me busca. la busco. tiemblo y sudo y ardo. tu cuerpo. tu cuerpo está por todas partes, me abarca. de la ternura nace un brote pequeño. de tu ternura nacen florcitas amarillas que me abarcan. me abarcás. tiemblo. mis venas se revientan. ¡se me revientan las venas! vos me abarcás y te llenás. las florcitas amarillas enrojecen. vos enrojecés. tus venas palpitan. no me soltás. enrojecés, enrojecés, y me abarcás cada vez con más fuerza. tiemblo y tiemblo y me desbordo. tus venas palpitan.

inmóvil en el jardín enrojecido de tu ternura, la fiebre y el ardor se me escurren. siento. te siento cada río y quebrada del cuerpo. se mueve conmigo tu sangre enjaulada en tus venas. me abarcás con muchísima fuerza. pasan. pasan. generaciones de flores pasan. siento cada río y quebrada de tu cuerpo. frágiles. guerrilleras. palpitan imparables. requiriéndonos. inmóvil vos, e inmóvil yo. escucho. escucho mi quebrada.

-dejá que me riegue.

se estremece el jardín, que brota y muta. se estremecen tus venas, se estremecen mis aguas. te reventaste. te reventaste ya no hay vos ni yo. mojamos el jardín que brota y muta. del cuerpo que somos brotan y mutan flores de colores que no conocíamos, y brotan y mutan y mudan pétalos y colores y formas y olores y sabores que no conocíamos, llenas de palabras que no sabemos decir las flores le enseñan a hablar a este cuerpo que nació de requebrajar los nuestros.