jueves

si pudiera huntarme una verdá en el pecho, algo como el colt metálico que cargamos dentro, algo como el palmo de escafandras en el pecho, como el ventolero de tus manos despeinándome las certezas, ay, si yo pudiera huntarme una verdá en el pecho tengo la desparramada vislumbre de que sería una cercanía obsena. un grito un suspiro un llanto una risa un gemido todo en la misma fractura de garganta.

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