martes

La escena de una escena que no era, específicamente, una escena

“Quienes intentan darle algo a los que no tienen nada, comenzaba, son los que verdaderamente no tienen nada.
Y así comenzaba…la historia de una vida, la vida de una historia fluctuante…imaginando rincones, los temerosos resguardados y los valientes tras los temerosos gritando palabrerías obscenas…oh, las palabras deslizándose hermosas entre los labios, perdiéndose entre el aire y penetrando la gruesa capa de intelecto hasta llegar al corazón…los ojos levantándose…las miradas altivas y las risas sonoras…las palabras ¡Las palabras! Espantando a los rincones y dejando a todos desnudos…las palabras, quemando y aliviando…empapándonos con una luz cegadora”

Sus ojos se perdieron entre las letras, sintió la gruesa gota de una lágrima rodando hasta su mentón. Se secó, rápidamente, con la manga la lágrima. Ciento veinte decía la lata que había encontrado, aquel era el número de lote. La tiró nuevamente, la lata se alejó dando impredecibles saltos hasta perderse entre la inmensidad de sonidos.
-¡Palabras!-gritó, dos o tres personas voltearon con miradas penetrantes-¿Son ustedes Palabras?-preguntó, quienes se habían vuelto siguieron caminando, sin prestar más atención-¡Palabras!-continuó llamando-¡Vengan y llénenme, Palabras!
-¡Palabras!-gritó otra persona por ahí poniéndose de pie-¡Destrúyanme Palabras! ¡Llévenme consigo a la inmensidad donde nos perderemos para siempre!-la gente que pasaba se detenía con cierta curiosidad, ¿qué le pasaba a aquella gente? ¿Quién era Palabras?-¡Llévenme, Palabras, ahí donde su sonoridad y sentimiento se fusionan efímeros!
-¡Que sea yo quien conozca, más bien, donde nace su infinitud!-replicó quien había hablado primero-Palabras…llévenme, llénenme de las alegrías, de amor y de pasiones; llénenme de sonoridad y de versos…decasílabos, alejandrinos… ¡los que les plazca!
-¡Versos!-gritó un tercer individuo; triunfal caminó un poco-¡Oh, los versos! Vacíenme por completo, llévense dejándome con el más frío aspecto; mas, no se atrevan a alejar los versos, a los que me acarician con tiernas palabras y llenan mi corazón de besos… ¡Vacíenme, pero les advierto que no se podrán llevar los versos!
-Versos…-sollozó otro melancólico-¿Hablás de aquellos?...ah…-sollozó-tengo el alma llena de sellos, marcas que me desgarraron, lágrimas que presionaron hasta que todas mis alegrías asfixiaron…ah…-volvió a sollozar-Son los versos los que mis penas atraen, en mis ojos toda una guerra esparcen… ¡Versos! ¡Poesía vaga y melancólica!-amenazó con un puño deprimente en el aire.
-Palabras…-masculló quien primero había hablado-¿Quiénes somos?...Danos pistas, danos algo…Palabras, vení y alimentanos…cerrá los agujeros…creá alegrías, fabricá ilusiones, destruí esperanzas… ¡Palabras, aquí te invocamos!

“Quienes intentan quitarle algo a la vida, quienes desgarran las paredes de la desgracia, quienes miran con ojos vacíos y gritan con palabras secas, aquellos que no dan la mano y temen mirar al cielo; comenzaba, son ellos los que tienen algo que dar.”

3 comentarios:

mont dijo...

isa quiero escribir como vos!
pero, mirá, te cuento, así como por debajo, ay un pequeño grupo de merri crismas. estan empeñados en cantar las canciones de jeanette y los mantras específicos de cada conejo dentro de un mono, por eso, sería bueno que salieras...
por cierto, hace años que llevo en ella, como no estar agotao...
si, victor cohibe e inhibe

mont dijo...

y lucy, escribe

Chabe o Chave dijo...

montse el sol brilla brilla y brilla...y cuando él canta: vuelan mariposas cantan grillos la piel se me pone negra...waaauuuujjjj...que puedo decir...


MERRY CHRISTMAS DARLING...claro claro...

no como puedo escribir algo mientras escucho que él tiene el puño esperanzado en que todo cambiará...