lunes

.entre charcos.

Entre charcos me iría caminando, con océanos en los zapatos, con mi léxico corto, con todo y la tos chancha. Con la nariz roja, con las goteras que me ando adentro. Con tres rojos entre las letras, con menudo calentándose entre los dedos. Con solo una canción que tararear. Con tres prensas entre el pelo y sin ni una trenza para echarlo patrás. Sin ni un lápiz con punta, sin ninguna hoja seca, sin ni una idea que despedazar contra una paré.

Ay...yo me iría con menos. Pero...entonces llego y me subo al taxi, y dos ojos cansados me miran por el retrovisor. Una voz medio me dice algo, algo que ni entiendo porque ya no sé ni que palangana poner para que no se desborden las goteras...y entre lo que llega distingo como algo como un: ¿Dónde la llevo mi reina?
...me bajo...me hago tirada del taxi, sin escuchar el reclamo de hartancia del hombre y de sus ojos...me bajo y me echo a rodar a un techo...y me grito algo...algo que ni yo escucho porque las gotas no dejan de reventarse contra todos.
Y miro todo...todo desde el techo...los buses pasan, los taxis pasan, y las calles siempre están ahí...y miro y miro y miro y miro...¿a dónde me llevo?

1 comentario:

mali dijo...

yo leí este texto y me produjo unas ganas incontenibles de salir a mojarme sin rumbo. y caminé, pero ya no llovía y no encontré charcos, apenas aglomeraciones de gotas tacañas. ni modo. el clima de cualquier forma nunca es un buen aliado.