viernes

son los truenos...espásmicos

...son cosas que pasan. Como eso de andar caminando en Alajuela y de pronto despotricarse y reventar al viento estático cada líquido que se lleva dentro. Haber mirado, antes, el mundo desde una banca en un parque ajeno...y estar atenta, atentísima a cualquier ruido, a cualquier voz que pudiera llamarme. Comiéndome la rosa de los vientos con los ojos, intentando encontrar una mano que moviéndose me invitara a algo...a cualquier cosa..., y no le temo a la gripe, quise gritar, no le temo al aliento...le temo más al jabón líquido. Pero no...el mundo se mueve y me echa siempre a un lado con descaro, y yo sentada miro con envidia a la gente que pertenece al mundo. Yo sentada sin saber a que mundo pertenezco, sin saber si existe, sin saber si al rato es solo mi mundo y nadie nunca va a poder entrar o yo salir...ay...comenzó a doler.
...y yo pienso que caminando nada puedo pasar. Porque si me muevo la tristeza no me encuentra. Porque si me muevo, aunque no sepa donda vaya, al rato encuentre algo. Sentada y estática...ahí si me encuentra la tristeza...pero a veces ni la tristeza se aparece...ay...comenzó a doler.
...entonces camino, camino por las rutas alajuelenses fingiendo que no busco nada, para ver si lo que busco se aparece en el momento más inesperado. A la puta...y suena un trueno. Y me cae encima...y yo que cruzo la calle me detengo...y me llevo las manos al pecho...y no sé como me arrastro hasta una acera y me echo ahí...no fue espásmico, fue doloroso.

No hay comentarios: