martes

Al Sr. Eduardo Galeano,

permítame nomás un monosílabo del su tan desbordante río. sepa bien que me bañé la vida entera en sus aguas, con y sin enagua. que nomás el murmullo de su corriente me desbordó la mía, que chiquita y algo pendeja partió montañas enteras con habitantes incluídos con tal de restregarse en la suya. ay Señor Eduardo Galeano, que su olor me sacó lágrimas y a cada respiración suya la mía temblaba como recién parida. ay, usté que me deshilachaba a punta de suspiros y yo extendida buscaba otro abrazo suyo que me volviera a juntar. ay señor Galeano, señor, señor, señor, ay. tal vez fui una palabra que salió de su boca y trágicamente se volvió muchacha, ahora acá lejana extraño el baile de su lengua cuando habla. permítame nomás algo así como un abrazo y más, de esos que usté me dio a mí, no acostumbrada a esos abrazos y ojalá jamás habituada a ellos, uno de esos que saca de esas lágrimas que acompañan a los labios cuando sonríen y al pecho cuando gime alegre. ay, Eduardo Galeano...

2 comentarios:

mont dijo...

como le pones sr. al tipo galeano?
sr

Chabe o Chave dijo...

En su carta abierta al mundo Kevin Calvo dejó claro que era indispensable agregar el Señor antes de palabras comenzadas con canelón de atún, sabemos bien, sin embargo que Eduardo Galeano no está hecho de canelones de atún (o eso digo yo, de estar hecho de canelones yo digo que no serían de atún, pero a como van estos tiempos todo es posible), PERO pero, como yo no quiero ser parte de esta familia dejo en claro que:
· Se trata cósmicos de ser más fértiles.
Ezaatamente.