miércoles

en el 506 y el 2000 también

Si yo no digo que podemos exorsisar a este país de la Caca-Cola, no. Ni que por no entrar a un McDonalds se va a ir espantao de esta Suizacentroamericana, ni lo insinué por un momento. Ni por tanto diremos que la solución está en meternos en cavernas y vivir al uga-uga, a lo calabaza-calabaza. Que cantaba el Carlitos un día de tantos: El mundo fue y será una porquería ya lo sé..., y yo también carajo! Lo fue lo es y lo será, maldita sea...y tal vez por eso mismo no creo la promesa de que llenarme la panza de brebajes negros me sacará sonrisas. Ni que la felicidá se fue a esconder a una cajita con premio (de ambos lados degradante). Por eso cruzo la calle cuando se acerca la Wendy, con su peluca, con sus bigotes, con su enorme vestido. Por eso desconfío de los coroneles que huelen a pollo e injusticia. Por eso le ando con cuidado a las campanas de logotipos noventeros. Déjeme pues con mis razones, yo le dejo a usté con las suyas. Que si evitar algo porque mancha los dientes, o evitar algo por el pesado yugo que impone es menos o más válido ya lo dirán los comerciales, las noticias y hasta en los Intrusos de la farándula.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entendido y anotado!!

No mas Caca-cola ni McDollars!!

Lo juro por los gatitos!! XD